Botánica 911: primeros auxilios para plantas de interior enfermas
Las hojas son marrones y crujientes, el follaje no tiene vida, la planta no florecerá o tal vez haya agujeros en las hojas. ¿Qué causa estas dolencias y cómo se pueden tratar? La mayoría de los casos de plantas de interior enfermas implican algún tipo de deficiencia ambiental, como luz y agua excesivas o insuficientes. Sigue leyendo para aprender mas.
Primeros auxilios para plantas de interior enfermas
Para mantener sus plantas de interior lo más saludables posible, es útil familiarizarse con algunas de las aflicciones de plantas de interior más comunes y sus remedios.
Bordes / puntas de hojas doradas - Cuando los bordes de las hojas son marrones y crujientes o si el nuevo crecimiento se marchita, su planta de interior puede estar sufriendo de una variedad de cosas, como baja humedad o altas temperaturas. Del mismo modo, es posible que la planta se haya secado completamente entre los intervalos de riego. Intente usar una temperatura más baja y aumente los niveles de riego y humedad.
Otra posibilidad es la acumulación de sal, que se puede lixiviar del suelo haciendo correr agua a través de ella. El margen de la hoja y la quemadura de la punta a menudo se pueden atribuir a demasiado fertilizante, con exceso de sal acumulada en las hojas. Reduzca la fertilización y limpie a fondo las hojas con agua.
Agujeros en las hojas - Los agujeros en las hojas generalmente se asocian con una nutrición deficiente o con aire caliente y seco. Mucha gente cree que los insectos causan esto; sin embargo, a menos que mantenga la planta al aire libre, este rara vez es el caso.
Follaje marchito - El follaje sin vida y el marchitamiento continuo pueden significar que su maceta puede ser demasiado pequeña y la planta demasiado seca. Puede ser necesario trasplantar su planta de interior. Transplante en un recipiente más grande y agregue mucha humedad.
Falta de flores - Si tiene problemas para que florezca su planta de interior, es posible que deba darle más luz y aumentar el fertilizante de fósforo. Si el problema se debe a la caída de brotes, es posible que deba verificar si hay borradores. La planta también podría estar demasiado seca por falta de humedad adecuada. Intente rociar la planta con agua y aumente los niveles de humedad.
Crecimiento de musgo o hongos - Si observas el crecimiento de musgo o hongos en la superficie del suelo de tu planta de interior, no te vuelvas loco. En la mayoría de los casos, esto no dañará la planta; sin embargo, puede indicar un drenaje pobre. Puede intentar airear el suelo o agregar más perlita o arena.
Moho difuso en las plantas - Cuando vea moho borroso y gris en sus flores, hojas o tallos, su planta de interior puede estar sufriendo de lo que se conoce como tizón de Botrytis, una enfermedad fúngica. Esto normalmente es causado por demasiada humedad, poca ventilación o flores y hojas gastadas que quedan en la planta. Limpia la planta, eliminando todo crecimiento muerto y limpiando el moho. Es posible que desee eliminar la planta y replantar. Disminuya la cantidad de humedad y proporcione ventilación adecuada.
Hojas amarillentas - El follaje amarillo puede indicar angustia por la luz excesiva, el drenaje deficiente, el riego excesivo o el exceso de cal en el agua. Intente limitar la luz, airee el suelo (haciendo agujeros), riegue con menos frecuencia y filtre el agua antes de aplicarla a la planta. Además, retire suavemente las hojas amarillentas. Si las hojas inferiores se vuelven amarillas y comienzan a caerse, su planta de interior puede necesitar más humedad, fertilizante o una nueva ubicación. Las plagas podrían ser otra posibilidad. Compruebe si hay plagas y trate con aceite de neem.
Hojas cayendo - Si la planta sufre una defoliación gradual, también podría tener daños en la raíz causados por el riego excesivo. Por otro lado, si la defoliación es rápida, la planta puede estar experimentando un shock atribuido a cambios drásticos de temperatura. La caída continua de hojas puede ser una indicación de que su planta de interior está expuesta a gases u otros contaminantes en el aire. Intente trasladar la planta a otro lugar y proporcione ventilación adecuada.
Manchas en las hojas - Existen numerosas razones por las cuales una planta de interior puede sufrir manchas en su follaje. Las manchas de aspecto amarillento pueden indicar que el agua está demasiado fría para la planta durante el riego. Use agua tibia o permita que alcance la temperatura ambiente antes de aplicar a las plantas. Esto también podría estar asociado con la mancha foliar de las bacterias. Intente mejorar las condiciones de luz y reduzca la cantidad de humedad. Recoge las hojas afectadas también.
El moteado amarillento de las hojas podría atribuirse a los ácaros. Comprueba esto tocando ligeramente las hojas mientras sostienes una hoja de papel blanco debajo. Las manchas plateadas o rojas en el follaje generalmente indican demasiada exposición a la luz solar directa. Mueva la planta a otro lugar con menos luz directa.
Plantas caídas - ¿Tiene problemas asociados con tallos blandos o la caída de toda la planta? La causa más probable de esto es el riego excesivo o el drenaje deficiente. Esto da como resultado la pudrición de la corona o la raíz. Podría intentar mejorar el drenaje y permitir que la planta se seque; sin embargo, dependiendo de qué tan enferma esté la planta de interior, puede ser demasiado tarde. En algunos casos, esta aflicción puede atribuirse a bacterias transmitidas por el suelo. Intente trasplantar en otro recipiente con tierra fresca y limpia.
Crecimiento de piernas largas - Si el problema de su planta se limita solo al crecimiento de piernas largas o asimétricas, lo más probable es que su planta de interior sufra poca luz o humedad. Simplemente mejore las condiciones de luz de la planta y aumente los niveles de humedad. Además, trate de convertir la planta de forma regular para mantener su crecimiento uniforme.
Crecimiento atrofiado / débil - El crecimiento de las plantas atrofiado o débil puede ser causado por una miríada de cosas, como un mal drenaje y condiciones de poca luz, baja humedad y falta de fertilizante adecuado. Intente airear la tierra o trasplantar, si es necesario. Mueva la planta a un área con luz más adecuada y aumente los niveles de humedad. También debes darle un impulso extra de fertilizante.
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